What makes a great teacher?
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Hace 3 años
sábado, 20 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
La nueva Universidad
Ni aún Paulo Freire fue capaz de poner en duda el papel del docente como figura central en el proceso de la educación. Las instituciones educativas son por propia naturaleza antidemocráticas, ¿cómo pueden esgrimir argumentos de justicia educativa y democracia cuando su propia naturaleza es una fiel copia del autoritarismo dominante en los Países en que están inmersas?
En mi Universidad en estos días se vive una efervescencia electoral para el cambio de Rector en turno. Estamos saturados de mensajes propagandísticos esgrimiendo paternalismo y autocracia. La figura de Rector es como la figura del presidencialismo gobernante. Como un todopoderoso que impartirá justicia, apoyará la educación de calidad, promoverá la certificación de los programas ante las autoridades educativas del País, aportará recursos para los estudiantes pobres, incluso contribuirán a resolver los problemas sociales y económicos de las diversas comunidades del estado. El discurso de los candidatos y sus equipos de campaña saturan y ensordecen la vida cotidiana en la Institución. Suspenden clases y los docentes se ven acorralados y exigidos imperceptiblemente para tomar posición pública respecto a uno u otro candidato, so pena de arriesgar su futuro laboral.
De la misma forma que Paulo Freire, no se atreven a tocar a la Universidad como institución responsable de la Educación. La Universidad, la estructura jerárquica y autoritaria, el papel del docente-investigador, el proceso educativo tradicional, son intocables a pesar del discurso renovador y transformador que alude cada candidato. La realidad es que al igual que las campañas políticas, las alianzas para copar el poder se da como un fiel espejo al interior. Los repartos de prebendas y cotos de poder, las figuras caciquiles y los intereses personales y de grupo permean ensuciando el proceso electoral ad infinitum.
El origen de todo mal es el sistema político que debe ser cambiado. Promueve la corrupción y el arribo de personas ambiciosas de poder y sin escrúpulos. En cuanto a la transformación educativa ésta se viene dando en Internet. La Educación abierta y a distancia gana terreno, la Educación abierta como ideología no como método educativo, mas bien como un proceso genuinamente democrático. Los cursos masivos y totalmente abiertos, sin la presencia de Maestros sino únicamente de aprendices, donde algunos saben mas que otros y cada aprendiz tiene libertad para aprender y seguir a quien le interesa por algún motivo especial. La nueva educación sin Universidades, ni maestros, ni evaluaciones, ni acreditaciones ni títulos acreditativos engañosos y fraudulentos se está gestando en la práctica. Y poco a poco gana terreno y adeptos que contribuyen a su construcción.
La misma palabra Educación es nociva, sugiere "adoctrinamiento", al igual que la palabra "enseñanza". Aprender es realmente el centro de todo. Aprendemos todos durante nuestra presencia en la tierra (¿o el Universo?). Poco a poco y cada vez más aparecen docentes que se atreven a cuestionar la educación en general. Se contraponen las teorías educativas, buscando renovar desde los cimientos el proceso formativo del individuo como un ser social, crítico y pensante. No dócil y pasivo como los presuponen los sistemas educativos que todavía soportamos y que defienden a muerte los actores y decisores de la nueva Universidad, tienen razón, defienden sus espacios vitales porque ponerlos en duda representa su propia extinción.
En mi Universidad en estos días se vive una efervescencia electoral para el cambio de Rector en turno. Estamos saturados de mensajes propagandísticos esgrimiendo paternalismo y autocracia. La figura de Rector es como la figura del presidencialismo gobernante. Como un todopoderoso que impartirá justicia, apoyará la educación de calidad, promoverá la certificación de los programas ante las autoridades educativas del País, aportará recursos para los estudiantes pobres, incluso contribuirán a resolver los problemas sociales y económicos de las diversas comunidades del estado. El discurso de los candidatos y sus equipos de campaña saturan y ensordecen la vida cotidiana en la Institución. Suspenden clases y los docentes se ven acorralados y exigidos imperceptiblemente para tomar posición pública respecto a uno u otro candidato, so pena de arriesgar su futuro laboral.
De la misma forma que Paulo Freire, no se atreven a tocar a la Universidad como institución responsable de la Educación. La Universidad, la estructura jerárquica y autoritaria, el papel del docente-investigador, el proceso educativo tradicional, son intocables a pesar del discurso renovador y transformador que alude cada candidato. La realidad es que al igual que las campañas políticas, las alianzas para copar el poder se da como un fiel espejo al interior. Los repartos de prebendas y cotos de poder, las figuras caciquiles y los intereses personales y de grupo permean ensuciando el proceso electoral ad infinitum.
El origen de todo mal es el sistema político que debe ser cambiado. Promueve la corrupción y el arribo de personas ambiciosas de poder y sin escrúpulos. En cuanto a la transformación educativa ésta se viene dando en Internet. La Educación abierta y a distancia gana terreno, la Educación abierta como ideología no como método educativo, mas bien como un proceso genuinamente democrático. Los cursos masivos y totalmente abiertos, sin la presencia de Maestros sino únicamente de aprendices, donde algunos saben mas que otros y cada aprendiz tiene libertad para aprender y seguir a quien le interesa por algún motivo especial. La nueva educación sin Universidades, ni maestros, ni evaluaciones, ni acreditaciones ni títulos acreditativos engañosos y fraudulentos se está gestando en la práctica. Y poco a poco gana terreno y adeptos que contribuyen a su construcción.
La misma palabra Educación es nociva, sugiere "adoctrinamiento", al igual que la palabra "enseñanza". Aprender es realmente el centro de todo. Aprendemos todos durante nuestra presencia en la tierra (¿o el Universo?). Poco a poco y cada vez más aparecen docentes que se atreven a cuestionar la educación en general. Se contraponen las teorías educativas, buscando renovar desde los cimientos el proceso formativo del individuo como un ser social, crítico y pensante. No dócil y pasivo como los presuponen los sistemas educativos que todavía soportamos y que defienden a muerte los actores y decisores de la nueva Universidad, tienen razón, defienden sus espacios vitales porque ponerlos en duda representa su propia extinción.
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