viernes, 31 de diciembre de 2010

Conocimiento humano y conocimiento de redes y artefactos

Una de las aseveraciones principales del Conectivismo es la asunción de que el conocimiento no solo reside en los individuos sino también en las redes. Esto no es un concepto nuevo pero sí una idea que sigue irritando a los cognitivistas en el sentido de que solo el individuo es un ente cognoscible, el único capaz de retener conocimiento porque el conocimiento es característica de los humanos.
El conocimiento es propiedad de la naturaleza. Las plantas retienen el conocimiento necesario para crecer y sobrevivir. Los animales, todo ser vivo retiene un conocimiento propio que le permite precisamente eso, la vida. Con la aparición y explosión de los artefactos construidos por el hombre, los robots, las máquinas autónomas, los sistemas expertos, los artefactos virtuales, las redes neuronales, los algoritmos genéticos, la inteligencia artificial, el conocimiento ha sido entendido y asumido como tal. Los artefactos poseen inteligencia, conocimiento y sentido común propios de sí mismos, creados por el hombre, pero esencialmente diferentes a la inteligencia, conocimiento y sentido común de los humanos.
Se precisa de entender conceptos que cambian rápidamente con el tiempo, ¿qué es el conocimiento en los robots? Las bases de conocimiento en las computadoras evolucionan en arquitectura y significados. Así las redes de Internet ahora. ¿Qué es conocimiento de las redes? los hombres y los artefactos comenzamos a interactuar en las redes de Internet y debemos ser capaces de diferenciar: hombres y artefactos. Pero el conocimiento artificial se mezcla con el conocimiento humano. Y tanto los artefactos como los individuos podemos aprovechar y utilizar dicho conocimiento. Eso es el futuro que aparentemente nos aguarda.
Pero los conectivistas estudian el conectivismo sin diferenciar el conocimiento humano del conocimiento de los artefactos presentes en las redes. Esta actitud confunde más que ayuda. Las redes por sí solas, retienen y generan conocimiento, conocimiento de sí mismas y conocimiento del entorno y conocimiento quizás, externo a las mismas redes. Es preciso estudiar, entender y asumir el conocimiento artificial como lo que es, un conocimiento no humano, porque no lo es aunque contenga parte del conocimiento social generado por nosotros.
Las teorías de redes y autómatas así como las aproximaciones al razonamiento artificial, deducción y acciones derivadas de la robótica generan expectativas esperanzadoras de un nuevo mundo en el que tienen cabida las extensiones a nuestra individualidad para hacer crecer nuestra inteligencia y el aprovechamiento de una inteligencia compartida no solo de nuestros conciudadanos presentes en las redes sino de los artefactos, que convivirán y compartirán con nosotros, conocimiento e inteligencias.
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