Una vez a la semana, algunos colegas y yo nos reunimos para charlar en algún café cerca del río huacapa; hablamos sobre educación y otros tópicos académicos inherentes al quehacer universitario. Dado que soy el único (o el más) involucrado en las redes sociales de Internet, incrusto inevitablemente hallazgos que considero relevantes sobre la educación y las tecnologías y mis colegas suelen cuestionar estas ideas y generan un ambiente de discusión interesante.
Anoche tocábamos el punto de la educación abierta y el sentido que tiene la tendencia de que el profesor pase a ser primero un orientador, facilitador o guía en el aprendizaje más que un transmisor de contenidos. Mencioné los cursos en línea a los que asisto como "oyente" o "libre" donde no obtendré ningún certificado o diploma curricular. En nuestro entorno académico nuestro salario depende del currículum agregado cada ciclo escolar, al través de una compensación por productividad que varía en monto según los documentos demostrados vía una convocatoria. Es impensable para un profesor de alguna Universidad Pública en México asistir a tales Cursos, la motivación es fundamentalmente la acumulación de documentos oficiales donde se diga que estamos trabajando. Esto es como una especie de prostitución académica donde los líderes académicos en puestos de poder (direcciones de facultades) promueven e inflan artificialmente a sus protegidos con el fin de otorgarles una presencia curricular que les garantice privilegios y prebendas.
Mis colegas se oponen a considerar al profesor como un elemento al nivel de los estudiantes, en forma horizontal. Están seguros del papel del profesor como un transmisor de contenidos y evaluador del aprendizaje de los estudiantes. Evaluar a los alumnos significa evaluarse a sí mismos, dicen. Esto no puede cambiar. Es la única manera de saber que estoy haciendo lo correcto. Esta discusión surgió al mencionar un liceo francés donde los únicos que son susceptibles de ser evaluados son los profesores, no los estudiantes. Las clases son libres para todo mundo y los alumnos participan en las clases que quieren como y cuando quieren. Es un experimento polémico como muchos otros existen ahora en el mundo y a todos los niveles. Lo cierto es que la educación está cambiando y los docentes e investigadores de la educación están buscando alternativas motivados por la posibilidad de participación activa en los procesos de enseñanza aprendizaje. No solo las metodologías y didácticas aplicadas están sujetas a discusión sino también las instituciones educativas y el sentido y conformación de las profesiones tal y como las conocemos hoy.
En el entorno latinoamericano donde resido, es polémico promover las posibilidades de cambio aún entre los estudiantes universitarios dado su formación anterior, de aprendiz pasivo, jóvenes acostumbrados a entender la educación como una transmisión de contenidos autoritaria y cerrada de los profesores a los estudiantes. La motivación de los chicos deviene más en aprobar cada curso que en la formación, el aprendizaje de cada objeto de aprendizaje se termina cuando el profesor estampa su calificación aprobatoria. Realizar algún trabajo (tesis, monografía, exámen global, reporte, seminario, etc) para obtener el grado es solamente éso, un requisito mínimo necesario para recibir el documento.
¿Cómo hacer entender a un estudiante/académico la importancia de contar con una presencia activa en la Internet, en redes sociales, en comunidades de práctica o de aprendizaje, profesionales o de investigación, si no se cuenta con la infraestructura mínima que lo soporte, si muchos académicos no compran un solo libro que apoye su actividad docente si este no es aportado por la institución? ¿Qué debo hacer cuando me encuentro a un chico en último semestre de licenciaturas con segmentos o la totalidad del curriculum de computación e informática cuando no cuentan con una computadora propia, su único acercamiento a la Internet se da en los laboratorios escolares prácticamente inútiles para el uso de tecnologías web, cómo puedo requerirle una corrección al largo tiempo invertido en la Universidad aprendiendo computación sin computadoras, Internet sin Internet, Tecnología sin Tecnología?
Es por eso que en Latinoamerica y peor en otros sitios, académicos y aprendices, no existen en la Internet, y la educación abierta y los recursos educativos en línea, no parecen tener ningún sentido.
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Hace 3 años
uuuufffff!!!!
ResponderEliminarMe agrada leer tus opiniones coherentes sobre la educación...
Quiero agregar que cuando dices que a los profesores no nos agrada vernos en horizontal con los alumnos, creo que a algunos alumnos tampoco les agrada... y esto porque están tan acostumbrados a la forma con son las cosas-- han aprendido la forma de sobresalir en la educación tal como está cualquier cambio lo ven como una amenaza--